La tata en casa
Prologo.
Una tarde volviendo del trabajo se me ocurrió porqué no dar soluciones a todas esas preguntas y dudas que los papás tras las escuelas de padres me hacían.
Mis escuelas de padres eran bastante originales puesto que las planteaba de manera muy coloquial y nada técnica con ejemplos que todo el mundo podía entender. Durante esas clases fui recopilando datos y artículos que trataban los temas que más preocupaban a los padres como: la alimentación, el sueño, las rabietas… Pronto me di cuenta que no servía de nada que yo les diera información de estudios y artículos, que los papás acudían a mis clases para que les solucionara los pequeños conflictos diarios que tenían en casa.
Una de los recursos que yo utilizaba en cada una de las clases era la recopilación de todas aquellas frases que sin darnos cuenta decimos y que pueden condicionar la actuación de otra persona. Y pensé que si con una simple frase podemos conseguir que un ser adulto reaccione de manera diferente imagínate a los podres niños que en sólo un día escuchan muchísimas frases que les condicionan.
Cada persona es totalmente diferente a las demás y por lo tanto sus hijos también. Comparar a un niño con otro es simplemente un error y por tanto actuar con un niño igual que con otro también es una equivocación. En este punto algunos me preguntaréis: ¿Y para qué esta tía escribe una guía de cómo actuar con nuestros hijos? Bien si habéis leído bien el titulo de la guía lo que pretendo es que seáis más listos que un niño de 3 años no pretendo daros las claves de qué hacer en cada momento, porque para poder hacer eso habría que analizar cada una de las situaciones, lo que la ha provocado, cómo hemos actuado nosotros y nuestro hijo, qué consecuencia ha tenido, etc. Pero sin embargo si podemos analizar una serie de condicionantes que en la educación de los hijos se repiten de manera similar entre las diferentes personas, como pueden ser el entorno, las tradiciones, el idioma y dentro de este último esas frases o formas de decir las cosas que heredamos de generación en generación.
Son frases que la gente suele decir y que cómo yo les hacía ver a los padres eran las causantes de muchas de las rabietas, malas conductas y malos entendidos con nuestros hijos. Son frases que cada vez que alguien las dice sube el pan.
A lo largo de esta guía iremos viendo cómo a los niños les volvemos locos y cómo somos los padres los que provocamos el comportamiento inadecuado de nuestros hijos y por consiguiente los que, en la mayoría de las ocasiones, tendríamos que ser castigados.
